Profesor no imponga la lectura, haga de ella un disfrute
Profesor no imponga la lectura, haga de ella un disfrute
Medellín, 18 de septiembre de 2013
Hay una frase que acaparo toda mi atención y partió en dos la ponencia del docente de la Facultad de Educación, Oscar Darío Ruíz Henao, cuando hizo mención de que la falta de escritura, es por la baja lectura, conllevando esto un proceso.
Porque de acuerdo a la exposición del profesor Henao, no basta con escribir cuando le parezca, se sienta inspirado o en el mejor de los casos, cuando toca hacer un trabajo, para mejorar la escritura. Eso es un compromiso que adquiere el estudiante y el profesional, si de mejorar en la redacción de sus artículos se trata.
Igualmente, la escritura no camina sola, tiene que ir acompañada de la lectura constante, logrando que las dos marchen al mismo ritmo, obteniendo los resultados deseados en los trabajos presentados en el ámbito académico o laboral. Otorgándole puestos de privilegios en el contexto en que se desempeñe, por ser un individuo que trata asertivamente la caligrafía.
Además, durante su presentación de Leer y Escribir en la Universidad de Hoy, con publicaciones de textos inéditos, él hace una reflexión del poco nivel de lectura que poseen los colombianos, convirtiéndose en el principal detonante de los fracasos en la parte escrita, porque no hay otra fórmula que leer, leer y leer para aprender a escribir como es.
También tuvo tiempo para dar una orientación vital en el proceso de aprendizaje en el que todos a diario estamos involucrados. De que para lograr el producto que soñamos cuando comenzamos a rayar en un papel en blanco, hay que contar con paciencia, tener claro qué va hacer y ultima y quizá más importante, en el momento en que se escribir hay que suprimir muchas veces he iniciar la marcha una vez más, porque de lo contrario nunca alcanzará a redactar de una manera correcta.
Entretanto para la lectura, hizo mención, que eso, no puede ser algo impuesto, o como él dijo, causando una sensación de risa en las personas del auditorio, “profe me estoy leyendo este libro porque me toco”. No, la lectura debe ser libre, que el individuo que palpe ese ejemplar y lea su titular le dé ganas por iniciativa propia de abrirlo y conocer que hay dentro de él.
Habran excepciones como todo en la vida, cuando se requiere para un trabajo académico o laboral, pero debemos procurar que leer sea tan espléndido y autónomo como le día en que besaste a la mujer de tus sueños. Y cabe la pregunta, por qué cito ese ejemplo y lo hace único, porque no fue obligado, disfrutando de ese momento como si fuera eterno, como abordando el libro que desarrolla el tema que quiero comprender.
Foto ilustración de niños disfrutando de la lectura.